Carga eléctrica

Todos los cuerpos están formados por átomos que, a su vez, están formados por partículas con carga eléctrica, esta es una propiedad intrínseca de las partículas elementales, así como la masa. Fue Benjamín Franklin (1706-1790) quien, intentando explicar la interacción electrostática, introdujo los conceptos de carga positiva y negativa.

Características de la carga eléctrica

  • Cada tipo de carga repele a las del mismo tipo y atrae a las del tipo opuesto: cargas del mismo signo se repelen y cargas de distinto signo se atraen (se podría decir que esta es la regla fundamental de la electrostática).
  • La carga eléctrica de un sistema se conserva. No existe creación o destrucción de carga eléctrica, solo se transfieren cargas, generalmente negativas, de un cuerpo a otro, siendo la carga total del sistema igual antes que después de la transferencia.
  • La carga eléctrica permite cuantificar el estado de electrización de los cuerpos, siendo su unidad mínima la carga del electrón (1,6 · 10-19 C). Esto significa que la carga eléctrica q de un cuerpo está cuantizada y se puede expresar como n•e, en que n es un número entero (incluyendo el cero) y e es la carga del electrón.

En el SI la carga eléctrica se mide en coulomb (C) en honor al físico francés Charles Coulomb (1736-1806), quien estableció un modelo para describir la interacción entre cargas eléctricas. 1 C es la carga equivalente a la que producirían 6,24 · 1018 electrones.

Conductores y aislantes

Existen materiales por los que circulan fácilmente las cargas eléctricas y otros cuyas características dificultan su libre circulación. Un material es conductor cuando sus átomos poseen algunos electrones débilmente ligados y estos se pueden mover con libertad en el material. Estos electrones reciben el nombre de electrones libres o electrones de conducción. Dos cuerpos se transferirán carga a través de un conductor hasta que se alcance un equilibrio eléctrico entre ellos, el cual dependerá de las características de los cuerpos en interacción. Los materiales que, como los metales, poseen electrones libres y permiten el desplazamiento de carga eléctrica a través de ellos son buenos conductores eléctricos.

Se dice que un material es aislante cuando en sus átomos los electrones están fuertemente ligados y, por lo tanto, la carga se mueve con gran dificultad. Algunos ejemplos de materiales aislantes son el vidrio, la goma, la porcelana y el plástico, entre otros.